Por qué y cómo utilizar correctamente una plastificadora de documentos de oficina. Tipos, modelos y consejos para un uso profesional y diario.
Algunos documentos, dada su importancia, tienen que estar siempre protegidos para evitar que se puedan deteriorar por el impacto de los diferentes agentes externos, como la humedad. Las plastificadoras han surgido como la solución perfecta a este problema, ya que garantizan la máxima protección y calidad en todos los documentos.
Las plastificadoras son un elemento indispensable en muchas oficinas, ya que ayudan a mantener cualquier documento en perfectas condiciones. Pero las ventajas de las plastificadoras no se limitan solo a salvaguardar documentos, sino que también ofrecen numerosos beneficios en el día a día de una oficina.
Las plastificadoras han avanzado mucho desde sus inicios. Los modelos actuales destacan por su rapidez y facilidad de uso, convirtiéndose en una máquina de oficina que cualquier persona puede emplear.
Si antes querías conseguir una plastificación de alta calidad había que ir a un profesional externo a tu empresa. Las plastificadoras para oficina actuales permiten conseguir estos mismos acabadosy sin necesidad de acudir a otros centros.
Las plastificadoras para oficina se pueden emplear en cualquier tipo de documento, ya sean calendarios o gráficos para una exposición. Para ello, solo hay que seleccionar el modelo adecuado al tipo de trabajo que se vaya a realizar.
Utilizar una plastificadora de documentos actual es algo muy sencillo, ya que con el paso de los años se ha simplificado mucho el proceso de plastificación. Lo único que hay hacer es colocar el papel entre los dos rollos y después de cerrar la tapa, es importante que te asegures de que no se han desplazado ninguno de los dos rollos.
En cada proceso de plastificación hay que dejar un espacio de plástico, ya que así se podrán hacer los cortes de forma más precisa y profesional. Algunos modelos incorporan guillotinas para hacer los cortes, pero se pueden hacer de forma manual. Nunca se debe parar el proceso de plastificación a mitad porque la plastificadora se podría atascar y dejar de funcionar.
El grosor también juega un papel clave en la elección del modelo de la plastificadora, ya que cada uno está adaptado a un tamaño concreto. Si la frecuencia de uso es elevada, habrá que optar por plastificadoras que estén preparadas para trabajar durante largas sesiones. Otro aspecto importante es que no haya que esperar a que se caliente cada vez que se emplee para que funcione correctamente, ya que puede alargar mucho el proceso de plastificación.
A continuación, os mostramos los principales tipos de plastificadoras que se pueden encontrar en el mercado.
Su uso se limita al hogar y oficinas pequeñas, donde no se van a realizar muchas tareas de plastificación. Estos modelos se caracterizan por tener un tamaño más reducido que el resto de opciones y por llevar incorporado un rodillo que une los bordes de las fundas de plástico. En ocasiones habrá que recortar las fundas para que se adapten mejor a las dimensiones de estas plastificadoras.
Son la elección perfecta para realizar trabajos en una oficina. Tienen unas dimensiones mayores que el modelo anterior y están preparadas para ser usadas con mayor frecuencia. Además, el proceso de plastificación es más rápido y se consiguen acabados de mayor calidad.
Las plastificadoras de bobinas se utilizan con documentos de gran tamaño, como mapas, gráficos o catálogos. Estos modelos de plastificadoras incluyen una bobina que plastifica a medida que se insertan los documentos, por lo que el trabajo es mucho más rápido.
Nuestros clientes confían en nosotros
Opiniones de nuestros clientes
Recibe nuestras novedades
¡Casi hemos terminado!
Te hemos enviado un correo electrónico para que confirmes tu e-mail