Los tipos de grapadoras más importantes del mercado según el tipo de grapado. En qué fijarse. Cuáles son mejores según el uso que se le vaya a dar.
Si piensas en artículos imprescindibles en una oficina, la grapadora es uno de los primeros que se te viene a la cabeza. Aunque la función de las grapadoras es muy sencilla, existen numerosos modelos y cada uno de ellos está diseñado para realizar una función específica.
Antes de pasar a hablar de las principales grapadoras que existen en el mercado, es importante conocer los diferentes tipos de grapados para unir documentos que hay. La gran mayoría de grapadoras incorporan una pieza llamada yunque, que al girarla permite realizar diferentes grapados. Es por eso que existen modelos que se diferencian en el tipo de grapado.
Está diseñado para unir documentos de forma permanente. Para quitar la grapa es recomendable emplear un quitagrapas, ya que sino se podrían estropear los documentos. Muchas de las grapadoras que se utilizan en una oficina realizan este tipo de grapado.
Es muy similar al cerrado, pero en este caso, la grapa queda totalmente plana en la parte posterior del documento. Esto supone una gran ventaja cuando se tienen que archivar varios documentos grapados. Es muy utilizado en despachos de abogados y oficinas para evitar problemas de espacio.
A diferencia de los dos anteriores, el grapado abierto se puede quitar muy fácilmente, ya que está ideado para emplearse en documentos de forma provisional.
Sirve para grapar documentos como folletos o catálogos con poca densidad de paginación. Recibe este nombre porque la grapa tiene un espacio que recuerda al lomo de un caballo.
Este tipo de grapado no se emplea para unir documentos entre sí, sino para graparlos a una superficie de madera o corcho. Las grapas que se emplean para el clavado suelen ser de mayor dimensión que las del resto de opciones disponibles.
Antes de seleccionar un tipo de grapadora es importante conocerlos todos para elegir el modelo que mejor se adapte a la tarea que se quiere llevar a cabo. Los principales tipos de grapadora que existen son:
Las grapadoras de sobremesa para oficinason el modelo por excelencia en oficinas y casas, sirven para unir pequeñas cantidades de papel, llegando a unir hasta 240 hojas de vez. Las dimensiones de las grapadoras de sobremesa pueden variar mucho, encontrando desde los modelos portátiles que se pueden llevar a cualquier sitio, hasta los más grandes que suelen permanecer en la mesa o escritorio.
La principal ventaja de este tipo de grapadora es que es más cómoda y fácil de usar que las de sobremesa, ya que presentan un diseño más ergonómico. Son un modelo cada vez más utilizado en oficinas. Las grapadoras en tenaza destacan por su versatilidad, pudiendo unir una gran variedad de materiales. Además, son perfectas para conseguir acabados más profesionales.
Se caracterizan por tener una mayor potencia y capacidad de grapado. Se emplean en oficinas donde es necesario grapar una gran cantidad de documentos. Las grapadoras eléctrica son más robustas y están diseñadas para usarse de forma intensiva.
Este tipo de grapadora se diferencia por su gran profundidad de entrada de papel, lo que la hace un modelo perfecto para trabajar con documentos de gran espesor como folletos. Estas grapadoras se pueden desplazar a lo largo de toda la base para adaptarlas a las medidas de los documentos que se requieran unir. Además, en la base aparecen las posibles dimensiones de los folletos para que sea todavía más fácil de usar.
Como hemos comentado, la grapadora es un elemento esencial en cualquier oficina. Por eso, es importante elegir un modelo adecuado a las tarea que se van a realizar. Los tres aspectos que más influyen en la elección de un tipo de grapadora son: la carga, la capacidad y el tipo de grapa.
Existen tres formas de cargar una grapadora: superior, frontal y trasera. La carga superior es la forma más común y está presente en la mayoría de modelos. Las grapadoras con carga frontal incorporan un botón que libera la zona de cargado. La trasera funciona de una forma similar a la delantera, pero el cargador se libera por la parte posterior.
Hace referencia al número máximo de hojas que es capaz de unir una grapadora, tomando como referencia un papel de 80 g/m2.
Para poder grapar de forma adecuada siempre se debe utilizar una grapa adaptada a la tarea que se quiere realizar. Para saber qué grapa se debe seleccionar hay que fijarse en dos parámetros: la referencia de la grapa y la longitud de las patas expresada en mm.
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